En estos días, no se puede hacer un clic del mouse sin tropezar con el contenido digital. También conocido como medios digitales, el contenido digital viene en muchas formas, desde archivos de texto y audio y videos, hasta gráficos, animaciones e imágenes. Normalmente, el contenido digital se refiere a la información disponible para descargar o distribuir en medios electrónicos, como un libro electrónico o una canción de iTunes, pero muchos en la industria del contenido argumentan que el contenido digital es cualquier cosa que se pueda publicar. Siguiendo esta línea de pensamiento, es seguro decir que si está en Internet, lo más probable es que estés mirando, leyendo o escuchando un contenido digital.
Quizás uno de los temas calientes más importantes en torno al contenido digital es el debate sobre el contenido gratuito y el de pago. ¿Deben los consumidores pagar por su contenido digital o se les debe entregar gratis? Si se proporciona de forma gratuita, ¿puede una empresa ganar dinero con su contenido? Este debate es especialmente pertinente en la industria del entretenimiento y los medios de comunicación, que ha sido objeto de críticas en los últimos años con respecto a cómo se manejan en línea los contenidos digitales, como películas y música. Muchos argumentan que la industria del entretenimiento ha tardado en desarrollar modelos comerciales viables para Internet. Pero incluso con leyes que se están implementando para proteger el contenido original, los sitios para compartir archivos siguen siendo prominentes y muchos creadores de contenido siguen perdiendo dinero con esta práctica ilegal.
Con tantos tipos diferentes de contenido disponible, la pregunta que afecta a los expertos en información hoy en día no es qué tipo de contenido crear, sino cómo entregarlo. Con la continua popularidad de los smarphones, tabletas y lectores electrónicos, el consumidor promedio ahora tiene una variedad de opciones a las que recurrir, además de su ordenador, para obtener el contenido digital más reciente. Por lo tanto, para tener éxito en el ámbito del contenido digital, los creadores de contenido deben determinar la mejor manera de presentar su contenido digital a los consumidores: quizás sea un libro electrónico, quizás sea una aplicación… La elección correcta depende de las necesidades de la audiencia.
La forma en que una empresa elige entregar su contenido digital podría afectar drásticamente su situación financiera en estos días, y eso se ha hecho mucho más patente durante la pasada década. Por ejemplo, en febrero de 2011, Google hizo olas en el mundo de la publicación de contenido digital cuando anunció su plan para Google One Pass, un plan de suscripción que permite a los editores vender contenido digital en la web y a través de aplicaciones móviles utilizando el servicio de pago existente de Google; con Google One Pass, Google toma el 10% de cada transacción, mientras que el modelo de suscripción de Apple requería el 30% de cada transacción de contenido digital, como libros, música y revistas dentro de su App Store. Con números como estos, los creadores de contenido deben elegir cuidadosamente su modo de entrega.