El mundo digital se ha convertido en nuestro día a día, y el uso de internet ya está totalmente globalizado. Desde principios de este siglo los avances tecnológicos han ido llevándonos poco a poco al momento actual donde nos encontramos, en el que la automatización, la digitalización e incluso los mundos virtuales ya forman parte de nuestro ritmo de vida diario, haciéndose ya casi indispensable para la gran mayoría de la población.
Sin embargo, los contenidos digitales son algo que todavía puede escapárseles a un grupo de edad específico: la tercera edad. Claro, es difícil acostumbrarse a algo que ha aparecido recientemente, cuando muchos de nuestros mayores eran apenas unos jovencitos ( de hecho, muchos de nosotros no sabíamos nada de ellos en nuestra propia juventud), contando además con la falta de educación básica que nuestros abuelos y abuelas padecían durante gran parte del siglo pasado. Pasado unos años, sin embargo, el problema se ha ido convirtiendo en otra cosa: ya no es falta de conocimientos tecnológicos o informáticos, sino más bien, falta de contenidos.
Sí, es casi imposible pensar que hay pocos contenidos en la red de redes para la tercera edad, pero por desgracia es así. Precisamente en los días de confinamiento que sufrimos por la pandemia del coronavirus, esto hecho se hizo claramente evidente. Personas de las más variadas edades jugaban, trabajaban, estudiaban y hablaban con sus seres queridos gracias a internet, y… ¿qué pasaba con los jubilados y jubiladas? Que todas estas posibilidades se veían muy mermadas para ellos.
Y no es que en realidad sean gente muy exclusiva, según se ha podido ver tras analizar este período. Porque lo que quedó claro es que los viejos y viejas de este país son usuarios del porno online, como todas las demás franjas de población mayores de edad. Y de hecho, todo lo que tiene que ver con las prácticas sexuales en la tercera edad ha sido uno de los contenidos más buscados en esos momentos. Claramente, nuestras personas mayores andan bastante interesados en el sexo, y lo bueno es que, en realidad, eso lo encuentran en cantidades industriales, solo hay que ver el montón de webs porno que pululan por el ciber espacio.
Sin embargo, lo curioso es que en estas webs triunfan con bastante diferencia el porno maduras, sin que necesariamente sus usuarios tengan que ser personas mayores. De hecho, el perfil es el de gente no muy mayor, que sin embargo se vuelve loca cuando ve maduras desnudas, practicando sexo o incluso haciendo simplemente un striptease. También tienen muchos fanáticos los videos de mujeres mayores masturbándose, y gracias al porno hd ahora no te pierdes ni un solo detalle, es increíble.
Pero en fin, esto sigue siendo un entretenimiento sin límite de edad, pero no exclusivo para personas de más de 60 años, por ejemplo. La gente jubilada, a la que se le suma también un poco menos de soltura en todos estos asuntos tecnológicos (tablets, teléfonos táctiles con internet, ordenadores…) tiene realmente dificultad para conseguir contenidos online que realmente estén pensados para su franja de edad. Y, de hecho, han sido muchos los expertos que apuestan por cambiar esta situación, pensando en el montón de beneficios que puede tener para estas personas ser usuarias de internet y encontrar contenidos de su interés. Y no sólo hablando a nivel lúdico, sino incluso a nivel terapeútico, donde podrían ser realmente interesante para el tratamiento de enfermedades neuronales, o simplemente como un medio de ocio para Unidades de Día o Residencias.
Realmente, es un campo por el que se tendría que apostar, y dar la posibilidad de que la web fuera realmente un lugar para todos los públicos… pero para todos, todos.